Por lo general hay una imagen que solemos asociar con la tortugas en el mundo de hoy: la lentitud. Obviamente, en una sociedad donde la rapidez implica mayor eficiencia a nivel productivo era inevitable que fuera este el rasgo más pronunciado.
Pero también hay otra que es muy popular: la vejez. Ambas, dicho sea de paso, tienen connotaciones negativas.
Los científicos, sin embargo, no lo ven así, sino más bien como un gran don del que podemos beneficiarnos, porque, seamos sinceros: ¿quién no quiere vivir muchos años?
Esta es, precisamente, la pregunta que se han planteado: ¿Qué tienen las tortugas para vivir tantos años? ¿Qué secretos esconden?
Investigan la longevidad de las tortugas
Hay que ser sinceros en esto: hasta el momento, no hay datos concluyentes que les permita a los investigadores gritar eureka, pero los estudios han mostrado patrones y datos que ayudarían a aproximarse cada vez más a la realidad de este fenómeno.
Para empezar, no todas las tortugas tienen la misma esperanza de vida. Aquellas que son terrestres duran mucho más que las que habitan el agua.
Las que habitan la Isla Galápagos tienen el honor de ser las más duraderas. De hecho, hay un caso registrado en un zoológico de la India de una tortuga que llegó a vivir doscientos cincuenta años.
Ahora bien, hay más cosas que podrían tener relación con su longevidad:
1. Habitan lugares relativamente seguros
El primero de ellos es que las tortugas que están en la tierra se encuentran mucho más seguras que otros animales, pues no tiene un depredador que las ataque con tanta constancia.
Si no tienes ningún enemigo a tu alrededor, es evidente que durarás más. Sin embargo, esto es un aspecto accidental y no explica su longevidad, sobre todo si se tiene en cuenta que muchos animales depredadores no suelen ser cazados por otros animales y sin embargo viven menos años.
2. No comen carne
Las tortugas son vegetarianas. ¿Y en qué ayuda eso a su larga existencia?
Pues ayuda en que no necesitan moverse mucho para obtener alimento, lo que hace, de nuevo, que estén menos expuestas al peligro que otros animales.
3. Tienen un metabolismo diferente
Este aspecto ya puede estar marcando una diferencia notable en relación con nosotros: no tienen la necesidad de crear calor dentro de su cuerpo.
Esto, sin duda alguna, repercute en que tengan un metabolismo mucho más lento, algo que a juicio de la ciencia hace que se viva mucho más tiempo.
Ha aparecido una posibilidad genética
Recientemente se han realizado estudios para determinar sus ventajas genéticas.
Unos bioquímicos de la Universidad de Mainz, Alemania, hallaron trece genes relacionados con la esperanza de vida. Al analizarlos, comprobaron que dan lugar a ciertas proteínas responsables de la generación de energía dentro de nuestro organismo.
En el caso de las tortugas, este compuesto químico tiene un alto grado de estabilidad, lo que podría incidir en su tiempo de vida.
Sin duda alguna, es un paso que, de confirmarse, podría revolucionar la existencia humana como nunca hemos visto anteriormente.